sábado, 28 de noviembre de 2015

“La Lourdes del Bajo Nalón”

Existe en Asturias una virgen tan notoria y milagrosa que a nivel provincial es apodada popularmente como “La Lourdes del Bajo Nalón” .Esta  imagen sagrada permanece dentro de una  ermita   enclavada en un lugar también sagrado, y que es uno  de nuestros centros de peregrinación más portentosos pero menos divulgados en  Asturias.

     Cientos de personas procedentes de distintos puntos de la provincia y sobre todo de los alrededores de Cudillero, peregrinan a la  ermita con enorme fe y con la desesperación  de solicitar una ayuda milagrosa  por parte de la sagrada imagen de Santa Ana.



   El santuario está situado en la cumbre del  Monte Montarés, perteneciente al concejo de Cudillero. Muchas de las personas que vieron cumplidas sus  imposibles peticiones, depositando allí su ofrenda  exvoto, como gratitud  siendo contados por decenas.



El origen  del sacro lugar



La ermita de Santa Ana es muy antigua, sospechosa de estar en un lugar que anteriormente fue culto precristiano. La documentación anterior  al siglo XX es prácticamente  inexistente,

 En los días de la  Guerra Civil Española, una fatídica etapa para el santuario, pues fue destruido casi en su totalidad. Su planta es rectangular y muestra la clásica arquitectura popular. Carece de ornamentación exterior destacable, salvo por las dos campanas de su espadaña, que poseen curiosas inscripciones y  una curiosa leyenda.



En su interior se halla  la talla de la Virgen de Santa Ana junto  la Virgen Niña, que presiden el culto. A sus pies se encuentran  un par de brillantes cadenas, rodeadas de  velas y más ofrendas, resultando el conjunto una bella estampa religiosa cargada de espiritualidad. Dichas cadenas son esenciales para realizar correctamente un ritual de llamada para que la Santa  Abuela escuche al visitante y pueda curar directamente sus males, siempre y cuando se las frote por el cuerpo.

    La leyenda afirma que cuando construyeron el templo, quisieron hacerlo en la parte baja del monte, y cuando pasaba el día, los materiales aparecían de nuevo arriba. Las personas consideraron que la propia Virgen mandaba señales para que el santuario fuese emplazado en la cima.

   
La talla de Santa Ana apareció en el Mar Cantábrico, y la acabaron llevando a la vecina iglesia de San Juan de Piñera, teletransportandose  constantemente a la capilla de  Montarés. Sin duda la Virgen Santa Ana manifestaba de nuevo sus deseos con actos milagrosos, que sigue cumpliendo. Así lo demuestran los exvotos dejados  por los curados, donde muletas, figuras de cera, gorros de marinero y fotos desvelan cantidad de historias, milagros, curaciones y protecciones de  largos viajes que tuvieron un final feliz. Durante la  Guerra  Civil desapareció, pero como cuenta el historiador Juan Luis ´Álvarez Busto en su obra “Cudillero Magico”, fue encontrada y reparada por un vecino no muy devoto llamado Serafín, gracias a una revelación milagrosa, de la cual quedó constancia en el archivo parroquial.



Las peregrinaciones milagrosas



Todos los años se celebra el 26 de julio la festividad de Santa Ana, siendo una de las más importantes de Cudillero, aunque  se centra en el monte que dista cinco kilómetros de la localidad pixueta. La festividad consiste en una peregrinación que se realiza  hacia la ermita a pie, con la comida y la bebida suficiente para desarrollar el día junto a familiares en los prados de la cima, divertirse y de paso asistir también a las misas especiales celebradas en el templo. Allí los más devotos suelen peregrinar desde una enorme cruz multidireccional, habitualmente de rodillas y descalzos, para pedir favores a la santa o para agradecer los milagros.

Antiguamente fue lugar de parada para los peregrinos del Camino de Santiago, y cuentan que hubo hospedería también en la zona. El nombre del monte indica un culto anterior, pues Montarés, o Mot-Ares, o  Monte de Ares hace referencia al señor de la Guerra y dios del panteón del Olimpo, cuya  equivalencia romana siempre ha sido emparejada con Marte. Curiosamente, una de las campanas  que anteriormente citábamos  posee la siguiente inscripción   “1769. Marte JHS” Todo parece indicar que en la antigüedad  pudo existir un culto pagano, donde el monte se consideró un lugar de poder, un acceso al mismo hogar del Dios tal vez por su  gran altura, para unir el Olimpo con la tierra.

   La tierra donde se emplaza también es sagrada, pues se desarrolla el culto a Santa Ana, la Madre de la Madre, a semejanza con Isis e incluso con  la Madre Tierra, lo cual demostraría un posible culto  cristianizado a la tierra...



    
Una de las campanas posee una inscripción que hace referencia a Liverpool. Parece ser, según escribió el historiador Constantino Cabal, que  perteneció a un barco de nombre Amalia cuyo capitán, viendo la ermita desde el mar mientras comenzaba a sufrir una terrible tempestad, ofreció  como promesa la campana del barco a cambio de salvar la vida…Naufragaron en la próxima playa de  Concha de Artedo, pero se salvaron y cumplieron la promesa.





Como llegar..
Nos dirigirnos en dirección a Cudillero por la Autovía del Cantábrico A-8, para acceder posteriormente a la carretera  Nacional 632, tomando la salida a Cudillero, y luego el acceso hacia Rellayo (N-634ª), tomando la carretera que ladea  el monte por la carretera CU-4 y la carretera que asciende a la izquierda….
        
Fuente: Lugares mágicos de Asturias (David Madrazo)