domingo, 29 de noviembre de 2015

Cangas de Onís


El reino actual de España nació de nuevo en Cangas de Onís, donde las tierras de su concejo fueron los escenarios bélicos protagonizados por la rebelión  de unos escasos valientes contra el dominio del imperio islámico en los comienzos de la llamada Reconquista. Tras la victoria en la llamada Batalla de Covadonga, en el año 722, por parte del revolucionario Pelayo, que se proclama “Pinceps”, se establece la aldea de Cangas de Onís  como la primera capital del Reino Asturiano. La figura de “Princeps” no significa  príncipe, sino más bien “principal”.

    Era un puesto que según se sabe por las estelas funerarias encontradas, representaba a los principales mandatarios, que, junto a los druidas y sacerdotes, eran los más fuertes de las tribus cántabras y  de los astures.

    
Actualmente,  Cangas de Onís es la capital del concejo del mismo nombre, y en todo su aire se puede respirar la tradición y el recuerdo de aquellas batallas que acontecieron  hace más de mil años. Por desgracia, el protagonismo bélico de esta villa perduró en distintas etapas de su existencia hasta la actualidad. Durante la Guerra de la Independencia hubo muchas muertes al ser asaltada por los franceses en varias ocasiones y durante la Guerra Civil fue incluso bombardeada…



 Cangas de Onís conoció el esplendor de la victoria y la esperanza y fue un lugar protegido y estratégicamente privilegiado donde poseía las mejores murallas  naturales, las montañas. Fue capital durante siete décadas (70 años)  del Reino de Asturias, hasta que Alfonso II el Casto la trasladó a Oviedo en su periodo de reinado. Según sabemos gracias a las más antiguas crónicas Alfonsinas y Albeldenses, el reinado  del “princeps” Don Pelayo  perduró  19 años y, tras su muerte en el año 737, le sucedió su hijo Favila o Fafila….